LANZAR UNA BOTELLA AL MAR O SEMBRAR CON ESTRATEGIA
Las lecciones del Pequeño Sheldon* para las Relaciones Públicas
¿Recuerdas el episodio de Young Sheldon —el spin-off de The Big Bang Theory— donde el precoz genio interrumpe al pastor Jeff en pleno sermón dominical?
El pastor, con tono afable y ánimo conciliador, intenta explicar la existencia de Dios con una ecuación sencilla: existe o no. “Es 50/50”, dice.
Pero Sheldon, con su lógica afilada, lo desarma en segundos:
—“Pastor, usted está confundiendo probabilidades con posibilidades”.
El pequeño Sheldon suelta un ejemplo demoledor: “Siguiendo esa lógica, hay un 50% de probabilidad de que al llegar a casa encuentre un millón de dólares bajo mi cama. O no. ¿En qué universo?”, cuestiona al pastor.
Las palabras importan. Y más aún, entender lo que implican.
Esta escena de la sitcom, aparentemente inocente, esconde una verdad brutal para quienes nos dedicamos a la comunicación y las relaciones públicas: a menudo caemos en la trampa de las posibilidades infinitas, olvidando la importancia de las probabilidades estratégicas.
En nuestro afán por “lograr cobertura”, “posicionar a la marca” o “conectar con audiencias”, muchas veces operamos desde un optimismo ingenuo donde todo es posible. Y sí, todo puede pasar en el mundo de las posibilidades: podría llegar un centenar de periodistas a tu conferencia de prensa o viralizarse tu boletín. Pero eso no significa que haya una alta probabilidad de que suceda.
Dejarlo al azar no es estrategia
Enviar un boletín de prensa a cien medios sin segmentación, organizar una conferencia sin evaluar agenda, timing ni interés, o publicar contenido sin objetivos: todo eso es lanzar botellas al mar con la esperanza de que alguien las recoja. Es jugar con las posibilidades, no con las probabilidades.
El problema no es soñar en grande, sino gastar recursos valiosos —tiempo, dinero, credibilidad— sin tener claro qué tan probable es que eso que deseamos suceda.
La diferencia entre una campaña brillante y una costosa decepción suele comenzar en un buen o mal diagnóstico.
Antes de salir a comunicar, hay que responder preguntas incómodas (pero realistas):
- ¿Qué tanto conocen los medios a mi empresa?
- ¿En qué medios tengo realmente probabilidades de ser publicado y por qué?
- ¿Qué tan valiosa es mi información para que un periodista la tome en cuenta y su medio le dé relevancia?
- ¿Quiénes son mis públicos clave y qué les interesa hoy, no hace seis meses?
- ¿Qué mensaje quiero posicionar y cómo diferenciarlo del ruido mediático?
- ¿Lo que quiero comunicar tiene interés noticioso dentro de la agenda pública?
- ¿Qué resultados son posibles y cuáles son probables en este contexto, con mis recursos, trayectoria y relaciones con los medios que me importan?
Aprende de Sheldon: piensa con lógica, no con ilusión
Algunas recomendaciones para trabajar desde las probabilidades reales:
1.Inicia buenas relaciones con los medios, mucho antes de tener algo que comunicar. Una estrategia sólida empieza por conocer qué necesitan los periodistas y cómo se relacionan con sus audiencias.
2. Conoce a fono a tus públicos clave. No todos valen lo mismo ni se alcanzan igual. El entendimiento profundo de tus stakeholders es lo que marca la diferencia entre sonar y resonar.
3. Define mensajes claros y diferenciales. Si no puedes resumir tu historia en un mensaje breve y atractivo, no estás listo para comunicar.
4. Elige los medios adecuados. No se trata de cantidad, sino de calidad: un buen reportaje o una entrevista en el medio correcto puede hacer más que cien notas en medios irrelevantes para tus objetivos de comunicación.
5. Mide y ajusta. No midas likes, mide impacto: conversaciones generadas, leads, reputación y oportunidades de negocio.
¿Qué hace una buena agencia de RRPP en este contexto?
Como un médico que no receta sin diagnosticar. Una agencia seria y estratégica no improvisa, no opera desde la ilusión. Hace preguntas. Profundiza. Analiza. No promete resultados desde las posibilidades, sino a partir de una estrategia real de probabilidades.
Pasos básicos que no pueden faltar:
- Diagnóstico de situación. ¿Dónde estás en medios, redes y reputación?
- Análisis de competencia y valor diferencial. ¿Por qué deberías ganar atención?
- Definición de objetivos SMART. Porque sin destino, no hay dirección.
- Diseño de estrategia realista. Con medios específicos, mensajes clave y tácticas precisas.
- Métricas de evaluación. No promesas infladas, sino resultados medibles.
Un consejo final (que Sheldon aprobaría)
En comunicación estratégica, la diferencia entre una ilusión costosa y un éxito medible está en los números, en el contexto y en la claridad de objetivos.
No te dejes deslumbrar por promesas virales ni por agencias que venden lugares comunes. Busca un socio que piense como tú, que base sus propuestas en datos y experiencia, y que alinee la comunicación con tus objetivos de negocio.
En Ventura Comunicaciones llevamos más de 20 años ayudando a empresas en sectores de alto riesgo y alta exigencia a comunicar con lógica, estrategia y resultados.
Porque, parafraseando al pequeño Sheldon: “No todo lo que es posible, es probable. Y no todo lo probable vale la pena intentarlo sin una buena hipótesis”.
* “Pequeño Sheldon” (Young Sheldon), es el spin-off o precuela de La teoría del Big Bang (The Big Bang Theory), que explora la infancia del brillante y excéntrico personaje Sheldon Cooper. La serie sigue a un Sheldon de nueve años mientras lidia con su inteligencia de niño prodigio en el este de Texas, donde la iglesia y el fútbol son los reyes.