Desayunos de negocios
10 TIPS PARA UN DESAYUNO DE NEGOCIOS EXITOSO
En México, los desayunos no sólo son una actividad cotidiana para socializar entre amigos y familiares. Los desayunos son toda una institución en los usos y costumbres del ambiente empresarial y político, son por excelencia el medio ideal para promover encuentros, conocer personas, presentar un proyecto o comenzar un negocio.
Un buen desayuno te ayudará a iniciar bien el día, pero también puede ser la semilla de un gran proyecto. ¿Estás preparado?… Aquí te dejamos 10 tips para que tu desayuno sea exitoso:
ANTES DEL DESAYUNO…
1.- Fíjate un objetivo. Antes de convocar a un desayuno tienes que tener claro ¿para qué convocas al desayuno? y ¿qué quieres lograr?… Un desayuno es una oportunidad única para llegar a ese cliente potencial que necesitas, buscar inversionistas para tu proyecto, dar una entrevista de prensa, recibir un consejo o motivación de alguna personalidad, o simplemente ampliar tu red de contactos.
2.- El arte de establecer relaciones. Convocar es la parte que a más personas puede atemorizar. Es enfrentarse a lo desconocido, y lo que muchas veces nos paraliza es el miedo al rechazo. Dejamos los encuentros al azar, al destino, pero la buena fortuna es caprichosa y no siempre se aparece cuando la necesitamos. Entonces, ¿por dónde iniciar?… Haz una lista de posibles personas con las que te interese reunirte, selecciona aquellas que son más importantes para tu proyecto, investiga con quién podrías tener más afinidad y con quién te sería más fácil establecer comunicación. Si no conoces a nadie, o no puedes iniciar el contacto de manera directa, pregunta entre tus conocidos si alguien te puede presentar a esa persona (si te falta motivación piensa que la teoría de las los 6 Grados de Separación puede ser efectiva). Si tu objetivo es establecer contacto con alguna empresa, medio de comunicación o dependencia pública, pero no sabes quién es la persona indicada, lo primero que debes saber es cómo funciona esa organización, entre más sepas, será más fácil que encuentres una puerta abierta.
3.- No elijas el lugar de moda, elije el más adecuado. Una vez que han aceptado tu invitación, selecciona el lugar y reserva. La elección del lugar es el inicio de un desayuno exitoso; por el contrario, una mala elección puede resultar catastrófica. Aquel desayuno que tanto esfuerzo y dedicación te costó coordinar lo pueden cancelar de último momento si tu invitado no se siente motivado a asistir porque no le gusta el lugar que elegiste, le queda lejos o simplemente no se siente cómodo. Por eso, es muy importante que consideres el perfil y la personalidad de tu cliente para elegir el lugar. Asegúrate que esté bien ubicado y sea un lugar reconocido. Evita los restaurantes de moda porque te enfrentarías a un lugar atiborrado, incómodo y ruidoso. Escoge una mesa amplia, de preferencia de 4 lugares si van a ser 2 o 3 los asistentes (más de 4 personas son multitud y se corre el riesgo de que se pierda el objetivo de la reunión). De acuerdo a la personalidad de tu invitado, puedes sugerirle un par de sitios, sin embargo, también es aceptado y a veces muy conveniente abrir la invitación para que tu contacto proponga el lugar de la reunión.
4.- Prepárate y elabora tu presentación. ¡Ya tienes una cita! ¡Felicidades! Estás a punto de reunirte cara a cara con aquella persona que puede ser un nuevo cliente o te ayude a impulsar tu proyecto. Al igual que en otros aspectos de la vida, las primeras impresiones son importantes. Piensa que dispondrás de menos de dos horas para lograr tu objetivo. Reúne información sobre tu invitado, su formación profesional, experiencia, trayectoria y aficiones; y si es una persona pública, monitorea las últimas noticias sobre él (ella), su empresa o sector, su página web y redes sociales. Toda esta información te ayudará a encontrar afinidades, saber cómo iniciar la reunión e incluso cómo ser más empático. Prepara una presentación personalizada que sea breve y concisa, pero sobre todo amena, ésta debe ser en un tono casual, pero con actitud de que eres un profesional que sabe del tema. El tono y ritmo de tu exposición lo marcará el grado de interacción que logres con tu interlocutor durante el desayuno. Define prioridades para que no se desvíe el objetivo de la reunión, haz una lista de los temas específicos que deseas tratar, anticípate a las posibles preguntas o dudas, y prepara respuestas. Finalmente, elabora un documento ejecutivo con toda la información de tu proyecto que entregarás al final del desayuno para su consulta posterior.
DURANTE EL DESAYUNO…
5.- La primera impresión es la que cuenta. ¡Llegó el día!… Nunca des razones para pensar que la reunión no es importante, por eso debes ser puntual y llegar al restaurante con media hora de anticipación para atender cualquier eventualidad que surja como complicaciones de tráfico o que no se haya respetado la reservación. Cuida tu vestimenta, tu forma de vestir habla mucho de tu personalidad y del gremio profesional al que perteneces. Trata de ser sobrio y viste como lo haces de manera cotidiana. Recuerda que si el desayuno es exitoso, los encuentros posteriores serán frecuentes. Tener y proyectar personalidad propia habla bien de ti. Trata de estar relajado, la seguridad en ti mismo será un factor determinante del éxito de la reunión. ¡No olvides apagar tu celular!
6.- Rompe el hielo. Un desayuno nunca debe empezar con el objetivo principal de la reunión. Preséntate y da a conocer a tu empresa de una forma rápida y sin presunción. No cometas el error común de hablar demasiado sobre ti o tu empresa. Establece una buena comunicación utilizando un tono agradable de conversación de manera casual. Inicia hablando de temas generales, aunque debes tener cuidado con asuntos polémicos. La noticia de la mañana es un buen tema, o la última película, acontecimiento deportivo, las series de televisión, algún gadget, etc. Nunca será buena idea hablar o preguntar de la familia, sobre todo cuando acabas de conocer a la persona. Trata de ser empático y cordial, concéntrate en tu interlocutor, haz que se sienta cómodo y no monopolices la conversación.
7.- Llegó la hora de ordenar. El tiempo es limitado, una hora y media en promedio, en el cual debes ganarte la confianza y atención de tu cliente potencial. Trata de evitar cualquier distractor como atender llamadas telefónicas o ir a platicar con personas de otras mesas. No son recomendables los platillos sofisticados, caldosos o que piquen mucho. Recuerda que el ritmo de la conversación y la exposición la llevarás tú, y un alimento difícil de manipular puede ser una barrera.
8.- Mientras desayunas. concéntrate en tu invitado, introduce poco a poco el objetivo del desayuno y desarrolla los puntos principales. Permite que tu interlocutor te cuente algo sobre su empresa, sus necesidades o actividades, entre más hable, podrás determinar cuál es el momento oportuno de ir presentando aspectos de tu proyecto de manera orgánica. Durante tu presentación, dale a tu interlocutor información de utilidad, ejemplos de lo que has hecho con otros clientes, características del producto, comenta datos sobre investigaciones de mercado, etc. Al tiempo, que debes estar perceptivo para descubrir cuales son los temas que más le han interesado y adaptar tu presentación por ese camino. No presiones a tu invitado para que tome alguna decisión o se sienta comprometido, evita imponer fechas fatales. Destina los últimos minutos para que tu interlocutor comparta sus opiniones y haga preguntas.
9.- Concluye con estilo. No importa que tan confiado o desilusionado te sientas de la reunión, nunca debes perder la compostura ni el temple. Siempre deja una puerta abierta para una próxima reunión. Recuerda que el juego no termina cuando acaba el desayuno. De hecho, es solo el principio. Y MUY IMPORTANTE: Quien convoca paga.
DESPUÉS DEL DESAYUNO…
10.- El desayuno compromete. El desayuno de negocios es mucho más que un evento social, debe ser parte de una estrategia de comunicación, de ventas, de posicionamiento, de relaciones públicas, etc. Por eso, para asegurar el éxito es muy importante dar seguimiento a los compromisos adquiridos. Para tener el control, elabora una minuta de la reunión y envíala por correo electrónico a tu nuevo contacto, agradece la oportunidad de la reunión, enlista los temas principales que se trataron, y si hubo acuerdos o pasos a seguir, destácalos. Asimismo, dale seguimiento a lo acordado. Si te pidieron documentos, envíalos. Si se acordaron plazos, cúmplelos. Se persistente, pero no atosigues, casi siempre los mejores negocios y los proyectos tardan en madurar, confía, ya disté el primer paso, un buen desayuno siempre será una buena idea para comenzar… ¡Mucha suerte!